Transfiera toda la olla, tapa y todo, al horno. Hornee por al menos 25-30 minutos, hasta que el arroz esté cocido uniformemente (una vez que el grano se expanda). No es necesario que el líquido se absorba por completo para que el arroz esté listo. Puede cocinar esto por más tiempo, dependiendo de qué tan espeso (o a la chorrera) le guste. Recuerde que el líquido se sigue evaporando con el calor residual, incluso fuera del horno, así que sáquelo cuando esté un poco más asopado de lo que quiera.